𝗦𝗮𝗯í𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲…
La temperatura de color de una luz puede influir en nuestra percepción de un espacio. Las luces cálidas (2.000-3.000 K) pueden hacer que un espacio se sienta acogedor y relajante, mientras que las luces frías (5.500-6.500 K) son percibidas como energizantes y se recomiendan para oficinas o espacios de trabajo.
Elegir la temperatura de color adecuada no solo afecta la estética, sino también cómo nos sentimos y funcionamos en ese espacio.
En Dlight, entendemos esta ciencia y la usamos para crear el ambiente perfecto en cada proyecto..